GRAN COMPARACION

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lunes, 17 de octubre de 2011

LA HORMONA QUE NOS ADELGAZA MIENTRAS DORMIMOS

Se eleva a la medianoche y utiliza la grasa de reserva durante el sueño nocturno.

La luz del sol que dirige nuestros ritmos hormonales determina que al caer la noche se eleve la hormona que utiliza nuestra grasa de reserva como combustible.

Esta hormona, la GH también denominada hormona de crecimiento, se eleva al anochecer y alcanza su máxima secreción a la medianoche. Además de estimular el crecimiento en los niños , esta hormona moviliza nuestros depósitos de grasa durante el sueño nocturno.

La GH es la responsable de que al amanecer pesamos alrededor de un kilo menos que la noche anterior. Así tenemos que nuestro peso se incrementa durante el día, mientras que adelgazamos durante la noche y aunque se haga ejercicios, camine o trote, igual durante día subirá de peso mientras que en la noche se adelgaza.

SI NO DUERME NO ADELGAZA

La GH asciende en la oscuridad de la noche, pero es cuando nos quedamos dormidos, cuando este ascenso se hace realmente significativo. La máxima elevación de la GH ocurre en las primeras dos horas del sueño nocturno, así tenemos que el pico de la secreción de GH es alrededor de la medianoche y la una de la madrugada. En esos momentos la GH estimula la movilización de la grasa de reserva y comienza así el adelgazamiento nocturno. Los que se duermen después de la una de la madrugada, muestran también una elevación de la GH pero esta es significativamente menor y por ello adelgazan menos. Los que no duermen en la noche, ya sea por que sufren de insomnio o porque tienen un trabajo nocturno, no muestran ninguna elevación de la GH y al menos esa noche no adelgazan nada. Por estas razones, los noctámbulos suelen ser más gordos así también los que hacen actividades hasta altas horas de la noche pierden el adelgazamiento nocturno y continuamente día tras día van aumentando de peso, porque no rebajan en la noche la cantidad de gramos que engordan durante el día.

LAS HARINAS FRENAN EL ADELGAZAMIENTO NOCTURNO

El diseño hormonal que promueve, el que la grasa del abdomen y de las piernas se movilice, durante el sueño nocturno se podría alterar por el consumo de azucares o carbohidratos en la cena. Las harinas en las horas nocturnas, frenan la acción de la GH, y esa noche la grasa no se moviliza, perdiéndose así el adelgazamiento nocturno. Adicionalmente, las galletas, panes, cereales, arepas, etc., ingeridas en la noche, son convertidas más en grasa que en energía pues ya al atardecerla insulina es poco eficiente y en vez de conducir el azúcar proveniente de las harinas hacia los músculos, lo lleva hacia el tejido adiposo. .Es decir, que al comer carbohidratos en la noche, no solo que perdemos el adelgazamiento nocturno sino que hasta podemos subir de peso. Los exagerados picos de insulina que inducen los azucares o harinas ingeridas de noche son, además, responsables del aumento de triglicéridos y del incremento de la presión arterial que aparece en la madrugada que sigue a la ingesta de harinas nocturnas. Por ello, los que tienen la presión arterial elevada, cuando consumen carbohidratos nocturnos, frecuentemente se despiertan en la madrugada con los ojos enrojecidos, viendo estrellitas, con zumbidos en los oídos y malestar en la nuca y otros síntomas indicativos de un incremento de la presión arterial.

PRESERVAN LOS MUSCULOS Y EL COLÁGENO DE LA PIEL

En las horas de la mañana, los niveles elevados de cortisol, que promueven la utilización de las proteínas, Un aporte adecuado de proteínas en el desayuno, favorece que estas se transformen en energía preservando nuestra masa muscular, los ligamentos de los huesos y el colágeno de la piel. Por el contrario, si las proteínas faltan en el desayuno, entonces el organismo se ve obligado a obtenerlas de sus propias tejidos y al cabo de un tiempo la perdida de colágeno de la piel confiere a la cara un aspecto gris verdoso acartonado y arrugado. Los ligamentos articulares se debilitan produciendo dolores generalizados, progresivamente se pierde masamuscular al tiempo que el descenso metabólico que produce un desayuno escaso en proteínas, favorece la acumulación de grasa